Nehodí sa? Žiadny problém! U nás môžete do 30 dní vrátiť
S darčekovým poukazom nešliapnete vedľa. Obdarovaný si za darčekový poukaz môže vybrať čokoľvek z našej ponuky.
30 dní na vrátenie tovaru
El se?or Fitzroy Timmins y se?ora viven en Lilliput Street, unacoqueta callecita cerca de Hyde Park. Es un vecindario muy refinado, y no es necesario decir que son de buena familia. Especialmente lase?ora Timmins, que es de Suffolk y pariente lejano del honorableconde de Bungay. Como cree que su cari?oso marido, que tiene undespacho de abogados más o menos próspero, nada en la abundancia, poruna vez dejó de ser la poeta de los versos imposibles, de las rimasinverosímiles, y decidió organizar una cena con lo más exclusivo de la vieja sociedad londinense. Sí, quiso demostrar que en su peque?o pero confortable hogar de dos salones podía celebrar la mejor velada de la ciudad. ?Veinte personas en una mesa donde tan sólo caben diez? ?Qué hacer con las viejas amistades si no están «a la altura»? ?Cómo proceder conlos familiares menos favorecidos? ?Y cómo conseguir vajilla para tanta gente? ?Y el servicio? ?Cocinero y mayordomo de alquiler entonces?Ay, las ínfulas de Rosa Timmins no pertenecen sólo a aquella época,son también de la nuestra, quizá de alguno de nuestros vecinos, dealguno de nuestros conocidos.Chesterton decía que no puedes leer una página de Thackeray sinesbozar una sonrisa: aquí tienen los lectores un buen número de ellas. Es más, muchas veces no son sólo sonrisas, sino pura risa. La risa de aquel tiempo y de este tiempo. La buena literatura de cualquierépoca, ya lo sabemos, nos habla, sobre todo, de nuestro presente.