Nehodí sa? Žiadny problém! U nás môžete do 30 dní vrátiť
S darčekovým poukazom nešliapnete vedľa. Obdarovaný si za darčekový poukaz môže vybrať čokoľvek z našej ponuky.
30 dní na vrátenie tovaru
Francisco Márquez Villanueva (Sevilla, 1931) se doctoró en su ciudadnatal y en cuya Universidad inició su docencia. En 1959 pasó a laUniversidad de Harvard, en la que tras su actividad intercalada enotras universidades de Estados Unidos y Canadá, obtuvo en 1978 lacátedra Arthur Kingsley Porter. En demanda como conferenciante einvestigador ha sido también profesor visitante en universidadeseuropeas e iberoamericanas. Su primer libro apareció en 1960 a cargode la Real Academia Espa?ola, primera piedra de una crecientebibliografía de cerca de doscientos cincuenta títulos, con librossobre literatura medieval, Siglo de Oro y autores modernos como Galdós y Gabriel Miró.Cervantes, como foco de cinco libros publicados a partir de 1973(Fuentes literarias cervantinas) asume una presencia central en suobra. Su acercamiento renovador es marcadamente interdisciplinar yatento a la incorporación de nuevas vías de acceso, alumbradas enparte por los avances de la segunda mitad del siglo XX en el terrenode historia social, política y religiosa. Lo mismo que también a suvez Cervantes, en su papel de pensador escasamente tomado en cuentahasta ahora, enjuicia, cala o matiza en profundidad crucialesdiscursos de época. Se perfila de este modo en su obra una doble víade estudio, encaminada a introducirnos en la recepción de un coetáneolector y bien enterado, iniciada como metodología habitual deFrancisco Márquez Villanueva a partir de Personajes y temas delQuijote en 1975.La aportación del libro a la crítica cervantina no puede menos deechar por tierra no pocos idola tribus alimentados por el vigentemodelo de una biografía «ejemplar y heroica» de alcances poco menosque hagiográficos. La Espa?a de Cervantes era mucho más dura e injusta de lo que nos han contado y late sin disfraz, a la vez que sinestridencia, bajo el correr de su pluma. Un personaje tan único comoRicote no ha podido ser «leído» hasta la realización de otra clase deestudio sobre las terribles responsabilidades de la expulsión de losmoriscos. Zoraida no está allí para predicar una historia deedificante santa de alcoba. El verde gabán del caballero apuntala unacrítica sutil de la locura dialéctica en cuanto uno de los discursosmás apasionantes del pensamiento de aquel siglo. Ni el Renacimiento.ni el Barroco, ni Trento ayudan como nombres mágicos a dar fondo enlas profundidades de Cervantes hacia las cuales nos muestra él loscaminos, pero no dogmatiza las conclusiones. Tendrá que hacerlo elpropio lector, que hallará un valioso estímulo enriquecedor en laspáginas de Personajes y temas del Quijote, que según escribía José L.López Aranguren a raíz de su publicación «cuentan entre las mejoresque se han escrito nunca sobre el Quijote».